Alimento industrial - alimento casero

La mutación de la condición del perro en nuestra sociedad, pasando en la mayoría de los casos de una función utilitaria a una función social, ha contribuido al desarrollo de un mercado que le es propio: el de la alimentación canina. Con el auge de los alimentos industriales, surgió un conflicto entre los defensores de las comidas "tradicionales" y los adeptos de la "modernidad". Pero oponer de manera artificial estas dos escuelas no tiene sentido y se debe razonar en términos de la calidad nutritiva de la comida proporcionada al animal. Esta simplificación excesiva oculta en realidad los criterios cualitativos básicos, comunes a los dos tipos de alimentación: el conocimiento de las necesidades reales del animal y la elección de los ingredientes, del tratamiento y de la cocción adecuados de los alimentos que entran en la composición de la ración. Entonces, si se respetan estos requisitos, tanto de alimentación casera como la industrial merecen ser reconocida por su valor nutritivo.

Sin embargo, todo el mundo reconoce que la alimentación casera está siempre sujeta a una gran incertidumbre en cuanto al análisis de la ración, debido a la composición variable aleatoria de las materias primas y a la dificultad de alcanzar por sí mismo un equilibrio nutritivo que implica dosificar cuidadosamente unos cincuenta nutrientes esenciales. Hay que reconocer que, cuando se elige bien, el alimento preparado de manera industrial suele alcanzar un equilibrio nutritivo casi perfecto, en función de los conocimientos científicos adquiridos en este campo. Asimismo, la industria tiene más medios, gracias a sus centros de investigación o a colaboraciones universitarias, para proponer a los propietarios gamas de alimentos adaptados a los diferentes tamaños de perros, a todas las situaciones fisiológicas y, desde hace algún tiempo, también a las situaciones patológicas, con una calidad que debe ser constante en el tiempo.

Con el término alimentación casera se agrupa un conjunto heterogéneo de modos de alimentación, que va desde la utilización exclusiva de sobras de mesa hasta la elaboración de raciones complejas, preparadas por el propietario, teniendo en cuenta todas las reglas dietéticas indispensables para el equilibrio nutritivo. 

Habitualmente la ración casera se compone de una mezcla de "carne, arroz, zanahorias", a la cual debe siempre agregarse un complemento mineral y vitamínico específico. Existen diferentes ingredientes de valor nutritivo equivalente, que pueden sustituirse unos por otros; es importante conocerlos bien a fin de no cometer errores.
En el caso más simple del mantenimiento, la asociación de "productos cárnicos + fuentes amiláceas + verduras + complementos" se puede concretizar de maneras muy diferentes según las materias primas elegidas y las proporciones que deben respetarse.

Desde el punto ed vista práctico, los consejos habituales son:

- Un tercio de carne, un tercio de arroz (peso crudo), un tercio de verduras, asociados con un complemento mineral y vitamínico (modelo "1/3-1/3-1/3"

- Cuatro partes de carne, tres partes de arroz (peso crudo), dos partes de verduras y una parte de un complemento constituido por 1/3 de levadura dietética, 1/3 de harina de hueso, 1/3 de aceite de mesa (modelo "4-3-2-1").
Sin embargo, estos consejos son demasiado simplistas y deben ser revisados pues no tienen en cuenta, por ejemplo, las diferencias de tamaño de las diferentes razas de perros.

Por otra parte, si se cambia una carne grasa por una magra, el valor energético de una ración como la que se describió pasará de unas 2.000 kcal. a aproximadamente 1.250 kcal.

La relación "prótidocalórica", expresada en gramos de proteínas por megacalorías de energía, cuyo respeto es muy importante para el perro, depende íntimamente del tipo de producto utilizado (pescado magro o pescado graso, tipo de carne, etc.). Así, el contenido de lípidos de la carne puede variar entre 0,5 y el 35%, su contenido de proteínas entre el 10 y el 20% y su contenido de agua entre el 45 y el 80%. En una ración casera también es importante indicar claramente si las fuentes amiláceas que se pesan están crudas o cocidas en las proporciones utilizadas, ya que el arroz absorbe hasta casi tres veces su peso en agua durante la cocción. Por último, en este contexto de alimentación tradicional, es evidente que el complemento mineralvitaminado que se incorpora no puede tener en cuenta los aportes vitamínicos y minerales específicos de cada tipo de ración y la imprecisión de su dosificación expone al riesgo de perturbar el equilibrio nutritivo global de la mezcla. Si el propietario elige esta solución, debe recurrir a un complemento en el cual la relación Ca/P (relación de los contenidos de calcio y de fósforo)sea imperiosamente igual a dos.
Las exigencias fisiológicas particulares (crecimiento, gestación, lactancia, actividad intensa, envejecimiento) imponen el respeto de características nutritivas aún más finas que las del simple mantenimiento:

- aumento de la proporción de proteínas durante el crecimiento o la reproducción;
- disminución de la concentración energética del alimento para un perro demasiado gordo o un cachorro de raza grande durante la fase de crecimiento.

Ya no se puede admitir el grado de imprecisión aceptable en una ración de mantenimiento y se vuelve crucial definir de la forma más exacta posible los diferentes ingredientes utilizados y su porcentaje de incorporación. La aplicación de este principio, que se apoya sobre bases científicas precisas, requiere cálculos largos y fastidiosos, y sobre todo, un fichero completo con los valores alimenticios de todas las materias primas. Hoy en día, este trabajo se puede evitar gracias a la informática y a un programa muy desarrollado, disponible para el veterinario. 

Producidos por las industrias agroalimentarias, los alimentos industriales se clasifican según su contenido de agua en:

Alimentos húmedos (entre el 70 y el 85% de agua)

- conservas apertizadas
- carnes cocidas para conservar en frío

Alimentos semihúmedos (entre el 25 y el 60% ed agua)

- alimentos cocidos y estabilizados mediante conservantes químicos

Alimentos secos (menos del 14% de agua)

- granulados, galletas, croquetas, copos.

Los diferentes alimentos pueden ser "completos" o "complementarios", debiendo asociarse estos últimos a otros alimentos para asegurar la cobertura de los requerimientos fisiológicos.

Técnicas de fabricación
   
Conservas
Las conservas son alimentos esterilizados por apertización (1 hora 30, incluyendo 55 minutos a 120º C) y envasadas en recipientes herméticos para los líquidos, el gas y los microorganismos.
Los productos se componen sobre todo de carnes y menudencias provenientes de cortes no consumidos por el hombre, tratadas en forma fresca o congelada. La industria de los alimentos enlatados nación en 1923 en los Estados Unidos y se desarrolló particularmente a partir de los años 50.
    
Alimentos semihúmedos
Estos productos, estabilizados mediante el agregado de azúcar, sal y productos químicos (propilenglicol), no son esterilizados pero se conservan a temperatura ambiente mientras no sean abiertos. Se presentan en forma de salchichas para perros o de croquetas muy blandas. A pesar de que existen desde hace 30 años, estos productos tienen una participación minoritaria en los mercados mundiales.
   
Alimentos secos (croquetas)
Las tecnologías derivan directamente de las que se utilizan para el hombre:
- las pastas se preparan con sémola de trigo duro, triturada al vacío, comprimida y luego, cocida al vapor;
- las galletas, que aparecieron por primera vez en Gran Bretaña en 1885 y en Francia en 1920, se fabrican con harina pasada por la amasadera, luego se cortan y por último se cocinan en un horno túnel al vapor;
- Los cereales en copos, se preparan como los de desayunos destinados al hombre, por cocción al vapor, machacado y secado.
Las pastas, las galletas y los copos son alimentos complementarios destinados a ser mezclados con una fuente cárnica.
- las croquetas son alimentos "extrusionados": el efecto conjugado de la presión en el extrusionados y de la temperatura (90 a 150º C) durante un tiempo muy corto (20 a 30 segundos) actúa sobre la mezcla de materias primas y permite obtener, después del secado, un producto homogéneo, que a continuación, se recubre de grasas según el objetivo fisiológico. Esta última categoría de productos domina ampliamente el mercado norteamericano, con mucho el más importante en la actualidad (el 80% de los alimentos secos, el 66% de croquetas extrusionadas), y se impone progresivamente en todas partes, debido a sus cualidades nutritivas, reconocidas en todos los tests efectuados por las organizaciones de consumidores, su bajo costo y su facilidad de utilización (alimentos generalmente utilizados por los criadores y preconizados por los veterinarios).
       

Materias primas utilizadas
    
El papel de la industria de "petfood" (palabra inglesa que significa "alimento para mascotas") consiste esencialmente en la valorización de materias primas de excelente calidad nutritiva, frecuentemente utilizables por la industria alimentaria humana. Estas deben responder a exigencias y a reglamentaciones muy estrictas:
- garantía de salubridad bacteriológica; las autoridades sanitarias y las empresas mismas efectúan controles sistemáticos;
- homogeneidad en la composición, ya que la fórmula de un alimento (definición de la mezcla de materias primas que se realiza) no es fiable si no cumple con esta condición. Esto implica, por parte de los fabricantes, un control sistemático y permanente de todas las materias primas utilizadas;
- disponibilidad de los alimentos; para poder garantizar fórmulas fijas y asegurar una producción constante todo el año, los fabricantes diversifican sus proveedores a fin de disponer siempre de existencias.

Elección de las materias primas

Proteínas
Aún más que la alimentación industrial, la alimentación casera depende de la calidad de las provisiones. Ya sea que se trate de sobras de mesa o de alimentos comprados especialmente, la calidad es bastante desigual, salvo el caso en que los propietarios compren carne de calidad "humana" a pescados para su animal. La tradicional "carne para animales" del carnicero es una materia prima de baja calidad para la alimentación tipo industrial. Cabe señalar que algunos alimentos industriales contienen levadura de cerveza o huevos entre sus materias primas proteicas, incluyendo así componentes tradicionales de la alimentación caser.

Lípidos
La calidad de las materias grasas de la alimentación es primordial para la salud del perro: funcionamiento hepático, belleza del pelo, reproducción, etc. Tanto los alimentos caseros como los industriales deben contener grasas preservadas de la oxidación (enranciamiento), sobre todo en lo referente a los ácidos grasos esenciales, cuyo contenido mínimo es un requerimiento nutricional importante. Cuando se debe disminuir el contenido de materias primas grasas de una ración para luchar contra una tendencia a la obesidad, resulta relativamente costoso componer una ración tradicional, ya que la carne para animales, demasiado grasa, debe sustituirse por carne magra, pescado, queso blanco descremado, etc. En cambio, es fácil encontrar un alimento de baja concentración energética entre los alimentos completos secos.

Glúcidos
La principal limitación al incorporar almidón en las raciones caseras es la obligación imperativa de llevar a cabo una cocción total, difícil de realizar con otros cereales o derivados que no sean el arroz y las pastas. Si no se realiza una "gelatinización" del almidón, aparecen intolerancias digestivas.
Los procesos industriales de cocción (extrusión, preparación de copos, apertización, etc.) permiten satisfacer esta exigencia, y los cereales previamente triturados y humedecidos resultan muy digestibles para el perro tras una cocción específica. Se trate de verduras, de salvado o de tegumentos de granos, la fibra (o celulosa) sólo desempeña un papel de lastre destinado a facilitar el tránsito digestivo. El reemplazo de estas verduras por otros componentes no afecta en absoluto el valor nutritivo de la ración. Pero la imagen de las verduras es tan positiva para muchos propietarios que ciertos fabricantes tratan de recrearla a través de sus alimentos, secos o húmedos ("bocadillos de verduras", "sopas de verduras", "pastas de verduras"). De todas maneras, las verduras no intervienen en el contenido vitamínico del producto, como cree el público, ya que éste está garantizado (así como el de los principales minerales y oligoelementos) mediante el agregado de un suplemento que los contiene. Además, actualmente se adaptan estos contenidos vitamínicos a la edad, al estado fisiológico y al tamaño de la raza del perro al que se destina el alimento completo.

Elementos comparativos

Si bien la calidad de las materias primas, la fiabilidad y el equilibrio nutricional son elementos que están a favor del alimento industrial (siempre y cuando éste se elija entre los de alta calidad nutricional), es posible componer raciones caseras perfectamente adaptadas a cada situación. Pero en este último caso, la ayuda y el consejo del veterinario son indispensables. Ante un alimento industrial, el propietario debe conservar una actitud crítica, en especial con respecto a ciertos términos comerciales que no significan nada: "visiblemente equilibrado", "con trozos de carne", "con gambas", etc.
En la elección de tal o cual alimento industrial, debe comparar las ventajas y desventajas de los alimentos secos, semihúmedos y húmedos, y no dejarse confundir por publicidades que dan una imagen demasiado antropomórfica del perro, colocándolo en el papel del cliente de un restaurante. Dado que el verdadero juez de una buena alimentación es el perro mismo, la eficacia del racionamiento alimenticio y su adaptación a cada individuo se pueden apreciar mediante controles de rutina simples, utilizando ante todo, el sentido común y el sentido de la observación, y teniendo en cuenta sobre todo:

- El apetito del animal, que refleja su buen estado de salud y las cualidades organolépticas del alimento (olor, gusto, consistencia)

- La calidad de los excrementos, cuyo volumen, consistencia, humedad, color y olor, están en relación con la digestibilidad del alimento y el buen desarrollo de la digestión, particularmente, en el intestino grueso.

- La evolución del peso del animal, gracias a pesadas regulares, semanales en los jóvenes y mensuales en los adultos, para obtener o mantener al perro en su peso óptimo, sin adelgazamiento ni exceso de gordura-

- El comportamiento del perro, que debe estar contento y vivaz en función de sus hábitos.

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