La responsabilidad de criar
Dr. Mario D. Rocca - Propietario del Criadero Von der Champs y de Yago von der Crubi (VA1 Sieger Argetino 1999 y Campeón Americano COAPA 1999-2000)

Hay situaciones que los criadores, los veterinarios, en definitiva el que está de una u otra forma en el ambiente de la crianza de animales de una determinada raza, debemos poner los pies bien sobre la tierra. Debemos ser concientes, realistas y hacer un análisis detenido de lo que hacemos. Por ejemplo hacernos las siguientes 4 preguntas:

1. Me gusta lo que crío?
2. Me gusta lo que hago y lo hago con entusiasmo?
3. Estoy bien orientado?
4. Los productos que obtengo la mayoría de las veces son iguales o mejores que sus padres (por lo menos esa es la intención)?

Si pasamos satisfactoriamente este análisis y si criamos perros ovejeros alemanes, vamos a tener que tener en cuenta otros detalles. Por ejemplo que P.O.A. (Club Argentino de Criadores del Perro Ovejero Alemán) tiene más del 50% del total de perros anotados con Pedigree que hay en Argentina; que nuestro país está considerado mundialmente en 2º lugar, luego de Alemania, en crianza y calidad de Ovejeros. Diciéndolo de otra forma, somos el semillero del ovejerismo en toda América.

Qué gran responsabilidad no?
Estos simples detalles hacen que nuestro hobby se transforme en un trabajo hecho a conciencia, estudiando sobre el tema, rodeándonos de gente que nos pueda orientar, teniendo una visión positiva, enalteciendo la raza, tratando de hacer lo mejor para exaltar al Ovejero Alemán.
La crianza y competición de perros si bien está siendo cada vez más popular, no son todas las personas que empiezan a criar las que siguen criando. Esto tiene su base en los 4 puntos que analizamos al principio y que en el caso de criadores de ovejeros se potencializa con los detalles que vimos en 2º término. Es un trabajo arduo y de hormiga.
La idea normal de criar es tratar de que nazcan ejemplares campeones, que sean perros perfectos, tratando de perpetuar ciertas características deseables de determinados antepasados y tratando de sumar virtudes de la madre y del padre. No siempre de 2 padres excelentes nacen hijos excelentes; hay muchas posibilidades aún si uno es excelente y el otro mediocre. En biología y genética nada es exacto, también tiene que intervenir el factor suerte para que se combinen determinados genes.
Suponiendo que tengamos la suerte de que nazca en nuestro criadero un perro excelente o que lo podamos adquirir, tenemos que ser concientes que debemos invertir una determinada cantidad de dinero, de tiempo, de ganas y de entusiasmo.
Dinero, para que sanitariamente esté perfecto (en cuanto a vacunas, desparasitación, vitaminas y minerales, etc.), para que la alimentación sea de primerísima calidad, para poder entrenarlo con un preparador físico, poder anotarlo en exposiciones y ponerle un buen handler.
Tiempo, para poder entrenarlo, para ir a una agrupación, para ver de corregirle defectos y de exaltar virtudes, para llevarlo a exposiciones que no siempre son en la ciudad donde uno vive (a veces hay que viajar muchos kilómetros). En especial hay que destacar el tiempo que debemos disponer para brindarle afecto.
Ganas y entusiasmo, hay gente que se desanima muy fácilmente, esta "locura" de criar y exponer puede llevar muchos años sin realmente ver beneficios. Al referirme a beneficios no pasa tanto por la parte económica sino más que nada por el orgullo de tener un ejemplar como lo buscamos, "casi sin defectos".
Hay muchos cachorros que no van a llegar nunca a pista o porque no tienen las irtudes necesarias o porque a sus dueños no les interesa involucrarse en este tipo de actividad. De todas formas debemos entregarlo como si fuese un campeón, por qué?. porque estamos entregando VIDA y esta vida debe ser acompañada con alegría, con comprensión, con una verdadera amistad humano-animal. En la actualidad el perro pasa a ser un integrante más de la familia y para toda familia su perro es el mejor, es el más inteligente y es el campeón.
Pongámonos a pensar en todos estos puntos, para darnos cuenta de las dimensiones de la responsabilidad que recae en nuestras espaldas. Lo importante es que trabajemos mucho y bien, que hagamos las cosas a conciencia, que no seamos unos improvisados. 

Llegamos a un punto alto, no descendamos.

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